En las últimas décadas, los avances tecnológicos han transformado nuestro conocimiento sobre los mecanismos de muchas enfermedades, incluido el cáncer. Uno de los cambios más importantes en la investigación en oncología de los últimos años ha sido el surgimiento de la medicina de precisión, un enfoque que tiene el potencial de transformar por completo la vida de los pacientes y la industria de la salud.

El valor clínico diferencial que aporta la medicina de precisión es que brinda a los pacientes una terapia específica y personalizada en función de la alteración genética que presenta su enfermedad. Estas mutaciones pueden ser detectadas mediante diversas pruebas genéticas que requieren realizar una biopsia del tumor, una biopsia líquida o bien tomar una muestra de sangre.

A partir de reconocer que cada paciente es único y que las diferencias individuales en sus genes, entornos, y estilos de vida influyen en el diagnóstico, la eficacia del tratamiento, el pronóstico y la manifestación de efectos adversos, la medicina de precisión apuesta a brindar el tratamiento adecuado, al paciente adecuado, en el momento adecuado abriendo así un horizonte de posibilidades para mejorar de forma exponencial la vida de las pacientes con cáncer.

Este cambio de paradigma, donde no nos dirigimos al paciente promedio, sino que nos comprometemos con cada paciente en forma individual en función de sus necesidades, nos ha permitido descubrir y brindar opciones de tratamientos que han demostrado mejor tasa de respuesta, extensión de la supervivencia y mejores niveles de seguridad y tolerancia en comparación con las terapias estándar.

Innovación que aporta un valor diferencial

Contribuir al desarrollo de la medicina de precisión no sólo impacta directamente en la vida de las personas, sino que aporta eficiencia y valor al sistema sanitario, ya que contribuye a evitar tratamientos ineficaces, respaldando una gestión más efectiva de los recursos de la atención de salud.

En oncología, la ineficacia de las terapias no guiadas es mucho más evidente en comparación con otras condiciones. De hecho, se estima que las terapias estándar pueden ser ineficaces hasta en el 75% de los casos, lo que representa una pérdida de tiempo y opciones para el paciente, además de demandar recursos innecesarios del sistema de salud. En este sentido, un tratamiento personalizado significa menor hospitalización, menos efectos adversos y menor presión en el sistema sanitario.

Aunque existen algunas opciones de tratamiento para distintos tipos de cáncer, es fundamental que diferentes e innovadoras alternativas terapéuticas sigan llegando al mercado para atender las necesidades individuales y los diferentes perfiles de pacientes, permitiéndoles seguir viviendo una salud sin pausa.